jueves, 13 de diciembre de 2012

Trucos y curiosidades del huevo




Da exactamente igual que los huevos sean blancos o rojos. El color sólo depende de la raza de la gallina y ambos tienen las mismas propiedades, el mismo alimento y el mismo sabor. Procura comprarlos frescos, y una vez en casa, no los sometas a cambios bruscos de temperatura, porque perderían frescura. En la nevera, para mantener intactas sus cualidades, debes mantenerlos lejos de olores fuertes que puedan afectar su sabor.

Para comprobar si un huevo está fresco, sumérgelo en un envase con agua fría y 120 gramos de sal. Si se hunde está en perfectas condiciones de consumo. Si flota, no. Además, los huevos frescos son ásperos y parecen hechos de tiza. Los viejos son lisos y muy brillantes.

Un huevo duro estará en su punto a los 12 minutos de cocción. Podrás pelarlo con más facilidad y sin quemarte si lo pones bajo el chorro de agua fría.
Y un último consejo de cocinera experta: acuérdate de añadir una pizca de harina de maíz molida o de levadura o un chorrito de leche a los huevos, una vez que los hayas batido. Así, la tortilla o el revoltillo que vayas a preparar con ellos te saldrá mucho más esponjoso.

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